Después de dos meses de trabajo, callado y discreto, hoy podemos traer al blog un curioso y nuevo desarrollo del Cuco Team. Al tratarse de un encargo y por la naturaleza del mismo y el fin para el que se ha realizado, debíamos no darlo a conocer hasta que se ha hecho público por su dueño. Antes de contar los detalles, hasta donde creemos que debemos, solo adelantar que ha sido un reto muy gratificante en su resultado pero de difícil y complicada realización. Como conclusión puedo destacar que, una vez mas, la capacidad de seguir adelante cuando parece que no hay salida, depende de la ilusión y es proporcional al esfuerzo. Funciona, sin duda, el truco de cambiar el foco cuando se nos nubla el objetivo y no vemos salida a los imprevistos y dificultades. El consejo de hoy podría ser: cuando no consigas salvar un obstáculo en el camino, retrocede, observa desde cierta distancia, tomate un tiempo y abórdalo desde otro ángulo.
Entrando en el asunto, podría iniciar el relato a modo de cuento de navidad, cuando una llamada tras un encuentro en IberRadio 2019 nos propuso un curioso reto. Lo habitual es recibir el encargo de diseñar la instalación de equipos de radio en uno de los distintos rack de los que disponemos y con mas o menos presupuesto, preparar un dispositivo para tenerlo todo organizado en nuestro cuarto de radio o listo para las operaciones de campo, transporte seguro, etc. Sin embargo, esa llamada traía premio y dos paquetes, de curioso tamaño, como el neceser de maquillaje de mi mujer que siempre intento acoplar con el equipaje en las vacaciones. Dentro, dos teléfonos de sobremesa digitales y dos "módem" tamaño medio teléfono. Nada mas.
Cuando uno tiene un espacio concreto y reducido en el que instalar, ordenar y hacer que funcionen un montón de cosas interconectándolas, además tienes que diseñar diferentes zonas con voltaje eléctrico y tienes que inventarte circuitos complejos para cualquier situación de trabajo, lo normal sería salir corriendo y no entretenerse ni en cerrar la puerta. Pero es en ese momento cuando se enciende la bombilla y la filosofía Cuco entra en acción. "¿A que no hay huev... a conseguirlo?" Papel, lápiz, calculadora, metro y al lío.
La maleta en la que teníamos que meterlo todo y hacer que funcionara se nos antojaba pequeña teniendo en cuenta lo que queríamos instalarle. Decidimos crear un nivel donde el teléfono compartiría espacio con la antena del "módem", un acceso tipo rj45 para su configuración, conexión Anderson Jpole para entrada 12V exterior, entrada 220V con interruptor y filtro, un selector de red y un indicador digital de voltaje y carga.
Esta bandeja sería extraíble para acceso al nivel inferior eléctrico y lo suficientemente robusto como para soportar malos tratos, golpes, permaneciendo inalterable dentro del maletín en su transporte, cerrado o en el trabajo, abierto.
Cabe destacar que la maleta suministrada es estanca una vez cerrada y que por lo tanto no tiene ningún tipo de mecanizado externo NI interno. Otra dificultad mas, ¿como lo sujetamos todo sin ningún tipo de mecanismo que ancle los distintos aparatos al contenedor? Pues lo logramos, made in Cuco.
Bajo el teléfono y su nivel superior trabajamos casi a nivel cirugía intracraneal y atentos a todo lo que le pusimos:
-Transformador 220v a 12v.
-Placa tranformadora de 12v a 5v.
-Batería alta capacidad 12v.
-Cargador batería.
-Placa control.
-"Módem" IP.
-Cableado.
...y alguna cosa mas que no podemos desvelar.
Su utilidad estriba en la posibilidad de tener comunicación en cualquier circunstancia con o sin fluido eléctrico externo, disponiendo de muchas horas de trabajo respaldado por su batería interna que alimenta todo el sistema.
La disponibilidad de un rack con diferentes pasarelas a internet online al mismo tiempo permite crear una red de múltiples accesos que garantiza la comunicación en cualquier circunstancia y sin límites.
Un entretenido proyecto que hemos finalizado siguiendo el método inverso de desarrollo. Teníamos el espacio de trabajo y dos elementos imprescindibles, teléfono y "módem". El resto, made Cuco Team.
Esperamos que tenga un largo y fructífero camino, gracias Alex.
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