El proyecto CUCO lo formamos Jose Angel EA5HIR y Agustín EA5I respaldados por un gran grupo de radioaficionados. Empezamos buscando la excusa para reunirnos los fines de semana y pasar un tiempo en torno a la radio con actividades al aire libre. Ahora ese grupo de amigos se ha multiplicado y desde cualquier punto de España y el mundo se puede formar parte de el. El Cuco es la típica construcción agrícola que antaño encontrábamos en los viñedos de La Mancha, sirviendo de refugio y hogar durante las jornadas de trabajo. Actualmente hay algunos en la Manchuela Albaceteña, recordando la dureza de la naturaleza y la fragilidad del hombre que busca protegerse. En la frontera entre Madrigueras y Motilleja, donde desarrollamos muchas de nuestras actividades, se encuentra un Cuco que nos recuerda el ingenio y la humildad de nuestros predecesores. De ellos aprendemos y hacemos bandera.
Hemos cumplido nueve años y esperamos que sean muchos más. Un camino que comenzó en busca de compartir experiencias, buenos momentos con nuestros amigos y siempre con la radio como punto de partida y que no nos ha defraudado en absoluto. Ahora somos más, algunos con la experiencia de habernos conocido físicamente en alguna de las actividades y muchísimos, todavía, a la espera de ese momento. En nuestro hobby no hay distancias o mejor dicho nuestro objetivo cuando encendemos el equipo es que no las haya. Eso solo lo entendemos los radioaficionados y nosotros lo hemos conseguido. El CUCO Team lo formamos ahora más de 100 entusiastas de todos los rincones de España y de 28 países que nos siguen a través del Blog diariamente. Nos llaman, nos escriben, nos dan ideas, nos preguntan, nos corrigen y sobre todo nos animan a seguir y crecer. El CUCO es una experiencia entorno a la técnica, la naturaleza y la amistad, así lo resumiría después de este tiempo.
sábado, 21 de junio de 2014
Y voló, alto, alto... ( II )
En esta segunda parte queremos resaltar los resultados que, ha priori, podemos destacar en cuanto a nuestra prueba o experimento a bordo; sobre la sonda, sus componentes, etc, el blog de Agencia Espacial Educativa contiene todo lo que pueda buscar el lector, por lo que no abordaremos esos campos.
La participación del Cuco´s Team se centró en dotar a la sonda de una antena eficiente, liviana, bibanda y de polarización múltiple. Si buscamos documentación sobre otras experiencias similares, veremos que la antena casi siempre suele ser una varilla metálica de 1/4 honda o un trocito de cable a la medida y es en la estación de tierra (rx) donde se emplean todos los medios al alcance con directivas, en busca de conseguir ganancia. Nosotros, sin embargo, pensamos a la inversa. ¿Por que no meter toda la artillería a 30Km de altura para intentar recibir con una simple antena de "porrilla"? es mas, ¿donde llegaría la onda directa del globo sobre el horizonte, en esas condiciones?
Imagen www.cienciactiva.com
Con estas preguntas rondando las cabezas, sugerimos al equipo el embarcar una de nuestras Slim Cuco de cinta. Reunía las características esperadas, poco peso, resistente, flexible, bibanda, sin necesidad de plano de tierra y una ganancia de ¡¡ 6 Db !!. En cuanto a la polaridad, resuelta. Esta antena presenta una polaridad múltiple en función de su posición relativa en cada momento del vuelo, ya que su movimiento es constante con respecto a la estación receptora. Su colocación, sin duda alguna, debía ser la parte inferior del conjunto, colgando de la sonda y con una liviana contrapesa para mantener la cinta semiestirada. Le atamos un aislante de dipolo de propileno.
En la foto, la antena todavía se encuentra enrollada.
El walki utilizado fue un Baofeng UV5R alojado en el interior de la caja protectora de corcho, formando una sólida unidad con el resto de componentes y baterías de los sistemas. Desde un primer momento, nos quedó claro que por mucho que subiera o se alejara de nuestra vertical, la señal de radio seguiría llegando a tierra en perfectas condiciones. La prueba incontestable no era otra que el recibir con señal 59 el APRS cuando voló y giró en torno a 270º sobre nuestras cabezas mientras alcanzaba los 2500m de altura y comenzaba su viaje con rumbo SW en ascenso lento pero constante. Teniendo en cuenta que la radiación de la antena en su vértice superior (en este caso inferior, al estar colgada) es practicamente nulo, estas medidas eran expectaculares a causa del movimiento constante de la antena. Además y pecando de prudentes, no queríamos perder recepción en ningún momento y por ello desplazamos la Sómier CUCO romboide de vhf. Un ejemplo de reciclaje activo que nos ha dado muchas alegrías y que se portó como siempre... La lástima es que se nos voló la etiqueta de Pikolín original y ha perdido parte de su valor histórico.
Tras el último análisis de los datos obtenidos, de la telemetría paralela y de los sensores, se ha llegado a la conclusión que un error en la programación del APRS originó el envío de la altura con un símbolo negativo haciéndonos pensar que estaba descendiendo. Sin embargo, ahora sabemos que continuó el ascenso a 100 metros por minuto y que sin duda salvó y sobrevoló el frente tormentoso al que se dirigía, un frente nuboso con cumulonimbos, corrientes convectivas, etc. Todos los sistemas de envío de datos enmudecieron a -8.400 metros aproximadamente, excepto el de telefonía, un cortocircuito minutos antes del despegue en el sensor de aterrizaje, que lo inutilizó, nos lleva a contemplar la posibilidad de un fallo eléctrico catastrófico, aunque ahora parece descartado. Momentos antes del silencio radio, las lecturas internas de temperatura en la sonda comenzaron a ser preocupantemente elevadas, mas de 40ºC, cuando en el exterior teníamos en torno a -50ºC.
Según los primeros análisis, la antena Slim Cuco de cinta llevó la señal APRS directamente, sin pasar por UiDigis ni por internet a puntos tan distantes como:
ED1YAF-3, EA2K-15 en Huesca, EA6VQ-15 en Baleares, ED7YAL-3, EA8BQD en las Islas Canarias y otras, como la captura de imagen que nos remite Santiago EA7DYY, señal de la gran altura a la que voló la sonda, posiblemente por encima de los 36.000 metros (en breve podremos aclarar este dato).
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