Este verano se está caracterizando en lo negativo por la gran cantidad de incendios forestales que se están produciendo por toda España. Mi ocupación profesional me obliga a estar presente en algunos de ellos y es en ese momento cuando uno se da cuenta del poder que tiene la naturaleza y lo que nos tenemos que esforzar por intentar comprenderla y en situaciones así "dominarla". Hace unos días se declaraba uno en una localidad conquense y allí me enviaron.
Mi ubicación era en la zona de coordinación y ya desde este momento quiero dejar claro mi reconocimiento a los que se dedican a la extinción, impresionante el nivel de riesgo que vive esta gente en su día a día y la enorme labor que llevan a cabo. La logística es sorprendente y la profesionalidad de todos los que participan de un modo u otro incuestionable.
La cosa comenzó cuando una de las organizaciones participantes en el operativo se percató de un fallo "catastrófico" en su sistema radiante de uhf. Utilizaban esta banda para emitir y recibir paquetes de datos desde diferentes emplazamientos del perímetro de la zona afectada. Ni que decir tiene la importancia de este medio. Fue entonces cuando me preguntaron sobre la posibilidad de disponer de una antena para este menester. Mis frecuencias de trabajo se encuentran en torno a los 14 gigahercios, por lo que no disponía de nada adecuado, pero de repente me acordé, la Slim cabe en un bolsillo grande o en la bolsa de trabajo, donde tengo la documentación técnica que utilizo. Y allí estaba, enrollada y cogida con la goma, que usamos de brida. Manos a la obra.
Definitivamente una prueba de fuego, nunca mejor dicho, que la Slim superó sin problemas.