Si miramos atrás, por ejemplo 40 años, veremos que en cuanto al diseño de equipos de radio hemos tenido una evolución, lógica y esperada, a la par de los adelantos técnicos de cada momento. La tecnología ha marcado los pequeños detalles que hacían posible se fueran incorporando a cajones de madera con grandes espacios muertos en su interior en un principio y apretadísimos habitáculos actuales con soluciones de refrigeración altamente eficientes. De las válvulas a lo que ahora encontramos si tenemos valor a quitar la tapa de nuestro equipo, el salto tecnológico ha sido impensable entonces y sorprendente ahora. En nuestro hobby podríamos marcar a rojo intenso momentos muy determinantes en el desarrollo tecnológico de la electrónica y microelectrónica, apreciando claramente una radioafición anterior a los años sesenta-setenta, luego llegaron los PLL y los transistores, con el desarrollo informático ahora tenemos pequeños ordenadores en vez de meros transmisores receptores y la llegada de los nuevos sistemas digitales de operación nos obligan a especializarnos en aquellos que nos ofrecen mayor satisfacción como operadores de radio para llegar a dominarlos mínimamente. Pero ¿que podemos decir de los sistemas radiantes? Pues quizá no tanto. ¿Es esta afirmación correcta?
Pienso que para nada. En antenas también podemos distinguir los momentos concretos de avance y de incorporación de elementos o diseños que han creado una especialización espectacular y un rendimiento máximo, por ahora, en bandas y nuevas frecuencias adjudicadas al uso por radioaficionados. Los principios de funcionamiento son los que eran, la física es la que mandaba entonces y lo hará siempre, por supuesto. La eficiencia ahora es mucho mayor porque la tecnología y su desarrollo han contribuido con nuevos materiales, modelos de estudio mas exactos y procesos de cálculo y medición al alcance de cualquiera con modestos conocimientos. Internet y el fácil acceso a la información, junto a la posibilidad de compartir experiencias de modo inmediato y sin límites de distancia o idiomas, así lo han permitido.
Ahora hago un ejercicio de videncia tecnológica y pienso, no en como serán las antenas en 30 años si no ¿como quiero que sean las antenas dentro de 30 años? Hemos llegado al momento de poder imaginar y desarrollar lo que queremos o necesitamos. Ya no hay límites. Es una cuestión tan real como que estamos viviendo una II Guerra Fría con nuestros vecinos rusos volviendo a los radares de horizonte, llenando de interferencias las frecuencias HAM y escuchando nuevamente las estaciones de números de alcance mundial.
Así es. El ser humano es capaz de lo mejor y mucho mas de los peor.
En diseño de antenas, quizá uno de los mas desconcertantes que he conocido recientemente sea este:
Por supuesto de desarrollo militar y para usos satelitales se infla para trabajar y se desinfla para el transporte.
Pensemos seriamente que antenas queremos para tener en el tejado, sacar al campo los domingos... Hoy ya no hay límites, solo tendremos que esperar a que a alguien se le ocurra.
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